EL ORIGEN DE ROMA
El origen
de la ciudad de Roma se sitúa en torno al año 1000 antes de
Cristo. Según la mitología, dicho origen tuvo lugar en el llamado Monte Palatino de manos de Rómulo y Remo, dos hermanos gemelos que habían
sido criados con ayuda de una loba llamada Luperca y que fue la que les condujo
hasta el Monte Palatino.
Con
los años, las rivalidades de los hermanos irían creciendo
al tiempo que sus ansias por controlar los territorios y que sus desavenencias,
provocadas por la falta de acuerdo de la zona a elegir para la fundación de la
nueva ciudad. Finalmente, la leyenda cuenta que Rómulo mató a Remo,
convirtiéndose así en el primer rey de Roma,
ciudad cuyo nombre se habría originado a partir de los nombres de los gemelos.
O al menos esta es la versión mitológica de los orígenes de la ciudad, contados
por uno de los cronistas romanos más famosos: Tito Livio.
Imagen
tomado de: https://www.slideshare.net/carmadruga/mapa-de-roma-antigua
Según
los historiadores, en cambio, el origen de la ciudad de Roma sería diferente,
pero ambas versiones coinciden en establecer el Monte Palatino como el
principio de todo en torno al año 1000-753 a.C., ya que al parecer era una zona
perfecta para defenderse bien de los enemigos. Tiempo después la colina
Palatina se iría ampliando, convirtiéndose realmente en una ciudad y en el
hogar de muchos ciudadanos romanos de todo tipo, destacando personajes
como Marco Antonio o Cicerón.
LA
SOCIEDAD ROMANA
Los ciudadanos romanos se dividieron en dos clases principales
distintas: los plebeyos y los patricios. Los patricios eran la gente adinerada de la
clase alta, y todos los demás eran considerados plebeyos.
Ciudadanos
patricios. Los patricios eran la
clase dominante del Imperio Romano temprano. Solo ciertas familias formaban
parte de la clase patricia y tenías que nacer así, no era algo en lo que uno
pudiera convertirse. Los patricios eran solo un pequeño porcentaje de la
población romana, pero tenían todo el poder. Algunas de las familias patricias
más famosas son la Julia (de Julio César), la Cornelia, la Claudia, la Fabia y
la Valeria.
Ciudadanos
plebeyos. Todos los demás ciudadanos
de Roma eran plebeyos, que eran los agricultores, los artesanos, los obreros y
los soldados de Roma. En las primeras etapas de Roma los plebeyos tenían pocos
derechos y todos los cargos gubernamentales y religiosos eran ocupados por los
patricios.
Los
patricios hacían las leyes, eran dueños de las tierras y eran los generales
sobre el ejército.
Los
plebeyos, por su parte, no podían ocupar cargos públicos y ni siquiera se les
permitía casarse con patricios. Además
de patricios y plebeyos en Roma existiría una tercera clase social que
eran los esclavos (aunque no se consideraba una
clase social ni por tanto ciudadanos). Alrededor de un tercio de las personas
que vivían en Roma eran esclavos.
Cada persona era
tratada de manera diferente según su riqueza, su género y su
ciudadanía y grupo social. Y es que la Antigua Roma era una sociedad
compleja en la que cada persona cumplía una determinada función, que era
generalmente muy concreta, pues era la manera en la que la ciudad se sostenía.
Por ejemplo, la mayoría de las tareas domésticas las realizaban los
esclavos.
La unidad familiar era también muy importante para los
romanos, y el cabeza de familia era el padre de cada núcleo familiar, que
recibía el nombre de “paterfamilias” y que tenía todo el poder en la familia de
manera legal. A pesar de esto las mujeres también tenían un importante papel
dentro de las familias y manejaban la economía y administraban el hogar.
Los romanos, en
cuanto a costumbres y alimentación, disfrutaban de una amplia
variedad de alimentos, aunque lo que comían también dependía de su nivel de
riqueza o de dónde viviesen en el Imperio Romano. Se importaban alimentos desde
todas las zonas del Imperio para alimentar a las grandes poblaciones de la
ciudad, incluso para los pobres se tenía una asignación fija de grano. En
cuanto a la bebida, lo que más disfrutaban los romanos era el vino, que
llegaban a beber a diario.
LA REPUBLICA Y EL IMPERIO
ROMANO
La antigua Roma
tuvo dos grandes períodos históricos: la República Romana,
que duró desde el 509 a. C. hasta el 27 a. C. y durante ese tiempo no hubo
líderes y el gobierno estaba dirigido por funcionarios electos, y el segundo
período que fue el Imperio Romano, que
duró desde el 27 a. C. hasta el 476 d. C., tiempo durante el cual el gobierno
estuvo dirigido por la figura de un emperador.
Antes de que se
fundase la República Romana la ciudad estuvo gobernada por reyes, siendo el
primero Rómulo según la mitología clásica. El último rey de Roma se llamó
“Tarquino el Orgulloso”, y se dice que era un rey muy cruel y
violento, hasta tal punto que la ciudad se rebelaría para librarse de Tarquino
y, con ayuda del senado, el pueblo romano expulsó al último rey de la ciudad
formando entonces la ya citada República Romana en el 509 a. C. La República
Romana duraría 500 años y fue una forma de gobierno
bastante “democrático”, pues se permitía que la mayoría de los ciudadanos
romanos votasen y eligiesen a los funcionarios encargados de dirigir sus
asuntos y destinos.
Imagen tomada de: https://juegosinfantiles.bosquedefantasias.com/ciencias-sociales/historia/roma
La caída de la
República Romana se iniciaría en el 59 a. C. con una alianza entre tres
poderosos políticos romanos: Julio César, Pompeyo el Grande y Marco Licinio
Craso. Esta alianza se conoció como el Primer Triunvirato y fueron los
encargados de gobernar Roma en un comienzo tras la caída de la República hasta
el año 27 a.C., cuando Octavio “Augusto” (se hizo
llamar así) se convirtió en el primer emperador de Roma iniciándose el comienzo
del llamado Imperio Romano, uno de los tiempos más prósperos de la
Antigua Roma.
Durante el
período del Imperio, Roma se expandió para ampliar sus territorios ganando cada
vez más en importancia y en riqueza. El Imperio Romano sería una de las
civilizaciones más grandes e influyentes de la historia y, durante ese tiempo,
Roma llegó a gobernar gran parte de Europa, Asia occidental y África del Norte.
CURIOSIDADES Y DATOS
IMPORTANTES
·
El poderío de Roma se reflejaría en su arte y en su arquitectura de manera continua,
como por ejemplo con la construcción del Coliseo, un impresionante anfiteatro
con capacidad para 50.000 espectadores en el año 80 d.C. y uno de los mejores
ejemplos de la ingeniería romana.
·
Los
ataques hacia Roma serían constantes, y uno de los ejemplos más destacados sería el incendio que sufriría la
ciudad en el año 64 d.C. siendo Nerón el emperador. Cuenta la leyenda que el
emperador Nerón vio arder la ciudad mientras tocaba una lira.
·
Mucho
tiempo después, en el año 306 d.C. Constantino se convierte en el
nuevo emperador. Al convertirse al cristianismo Constantino cambió
el destino de una ciudad histórica que pasaría a convertirse en parte del
imperio cristiano, colectivo religioso al que la propia Roma había perseguido
tiempo antes.
·
Finalmente,
el fin del Imperio Romano y la caída de la
ciudad tendría lugar en el año 476 d.C.,
cuando el último emperador, Rómulo Augusto, fue derrotado por Odoacro (jefe de
una tribu germánica), siendo éste el inicio de la llamada Edad Media en Europa.
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