domingo, 29 de octubre de 2017

FILOSOFIA LATINOAMERICANA

LEER LOS DCTOS  Y HACER MAPA CONCEPTUAL DE ESTUDIO PARA SOCIALIZAR Y EVALUAR.

1. LA FILOSOFÍA EN AMÉRICA LATINA - SANTILLANA.
2. LAS TAREAS DE LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA.
3. LA FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN.
4. DAR CLIC EN EL SGTE ENLACE
https://es.slideshare.net/anamelidacortesriano/filosofia-latinoamericana-25783298



miércoles, 30 de agosto de 2017

Introducción:
La posición de la iglesia durante la Edad Media en cuanto a la belleza y las artes se mostraba con recelo por cuanto se temía que un excesivo interés por las cosas de la tierra pudiera perjudicar al alma. Sin embargo, pese al riesgo de idolatría, la escultura y la pintura fueron admitidas, como soportes lícitos de la piedad, y también aceptaron la literatura como parte de la educación en las artes liberales. En este sentido, las líneas que siguen a continuación constituyen por una parte, temas referidos a la formación estética, específicamente, se exponen el pensamiento en cuanto a ésta, concebido por Santo Tomás de Aquino y San Agustín de Hipona, exponentes de la Edad Media, esto, aún cuando los problemas estéticos no formaban apenas parte de la filosofía medieval, y por otra, se trata lo concerniente a aspectos tan importantes en la vida social como lo es la economía, cultura y política, cada una, desglosada según lo que pertinentemente permitiera su estudio; otro aspecto que no se puede dejar a un lado es cómo influye esto en la educación.
Tomás de Aquino O.P.

(Roccasecca, Nápoles, 1225 – Convento de Fossanova, en la actual Provincia de Latina, 7 de marzo de 1274), fue un reconocido teólogo y Doctor de la Iglesia Católica que vivió en la edad media. Máximo representante de la tradición escolástica, y padre de la Escuela Tomista de filosofía. Es conocido también como Doctor Angélico y Doctor Común. Su trabajo más conocido es la Summa Theologica, tratado en el cual postula Cinco Vías para demostrar la existencia de Dios. Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y Patrón de las Universidades y Centros de estudio católicos en 1880. Su festividad se celebra el 28 de enero.
La Belleza según Santo Tomás
La definición de Santo Tomás que se aduce con más frecuencia es “Pulcra dicuntur quae visa placent”. Pero aunque loable por su brevedad, esta definición no es adecuada como definición real, ni debemos decir que con esta expresión Santo Tomás pretendía definir la belleza. Esta expresión es descriptiva por el efecto, que más bien apunta al aspecto psicológico de la belleza, y no toca en profundidad la cuestión ontológica.
Tenemos otras indicaciones de Santo Tomás, que nos dan más para llegar al fundamento ontológico, para “cazar” la definición. He aquí unos datos muy interesantes que habrá que estudiar a fondo:
Para que haya belleza se requieren tres condiciones: primero la integridad o perfección; lo disminuido es feo por ello; y la debida proporción y armonía, y finalmente la claridad, y así se llama bello lo que tiene un color nítido.
Lo bello se refiere al poder cognoscitivo, porque se llama bello aquello cuya vista complace… de donde lo bello consiste en la debida proporción… y como el conocimiento se hace por asimilación, y la semejanza se basa en la forma, lo bello propiamente pertenece a la razón de causa formal.
La belleza particular de un objeto (que sería bello predicamental y añadiría alguna cosa al ente) es un hábito entitativo, y en consecuencia sigue la forma del ente, conforme al axioma “Quantitas sequitur materiam et quilitas formam”. Por lo tanto lo bello radica en la forma sustancial como en su sujeto, aunque en los objetos compuestos de materia y forma se manifieste principalmente por las formas accidentales. Por ello Santo Tomás hace referencia muchas veces a la relación con la causa formal, y también a la proporción y la claridad, que son propiedades que se refieren inmediatamente a la potencia cognoscitiva.
Por lo tanto, tenemos tres propiedades o condiciones objetivas de la belleza: La perfección, por la que lo bello se identifica con lo bueno; y la claridad y proporción, que se refieren a la aprehensión. Pero se ha de tener en cuenta no dar la exclusiva a estas condiciones, porque lo bello, como manifestación de la plenitud del ente, incluye de alguna manera todas las perfecciones que proceden de la forma del ente y por tanto estas propiedades están analógicamente contenidas en todos los entes.
Pero vamos a considerarlas una a una:
a. Perfección:
Según Santo Tomás: “Toda cosa es perfecta en cuanto está en acto, pues una potencia sin su acto es imperfecta”. De inmediato se sigue que todo ente es perfecto de alguna manera, porque en tanto que es, es en acto. Pero la perfección absoluta es aquello “A lo que nada falta según el modo de su perfección”, y esta perfección implica no sólo el ente en acto, sino también la potencia efectiva y el logro del fin.
Dice Santo Tomás: “La perfección de una cosa es doble, primera y segunda. La primera perfección es según que una cosa es perfecta en su sustancia; esta perfección es la forma del todo que resulta de la integridad de las partes. La segunda perfección es el fin; y el fin es o una operación, como el fin del citarista es tocar la cítara; o es algo a lo que se llega por una operación, como el fin del edificador es una casa, que hace edificando. Y la primera perfección es causa de la segunda, porque la forma es el principio de la operación.
Y como la perfección es el fundamento del bueno, y bello y bueno son lo mismo en el sujeto, se ha de considerar la relación de la perfección con el bueno, para entender mejor la perfección en el bello. Oigamos a Santo Tomás:
“Aunque bien y ente sean lo mismo en la realidad, como sin embargo son diferentes según su razón, no se dice del mismo modo alguna cosa ente simpliciter, y bueno simpliciter… Bueno dice razón de perfecto, que es lo apetible; y por consecuencia razón de último; de donde lo que es perfecto en lo último se dice bueno simpliciter; pero lo que no tiene la última perfección que debe tener, aunque tenga alguna perfección en cuanto es en acto, no se dice perfecto simpliciter, sino secundum quid… Por lo tanto esto que dice Boecio… que en las cosas una cosa es que son buenas y otra que son, se han de referir al ser bueno simpliciter, y al ser simpliciter; porque según su primer acto una cosa es simpliciter ente, y según el último, buena simpliciter; y sin embargo, según el primer acto es de algún modo buena, y según el último acto es de algún modo ente”.
Por lo tanto la perfección, en cuanto es el logro del fin es el fundamento del bueno simpliciter; y como bello es lo mismo que bueno en el sujeto, se ha de concluir necesariamente que también lo bello simpliciter se refiere a la perfección segunda.
b. Proporción
Ya hemos visto que el nexo entre bueno y bello se funda sobre todo en la perfección del ente; ahora, al considerar la proporción como condición objetiva de la belleza, veremos como esta condición es cierta expresión de la unidad del ente, y que une dispositivamente lo bello a lo verdadero. Pero como bello es una manifestación de la plenitud y excelencia del ente, la proporción también expresa una conexión con lo bueno, como dice Santo Tomás: “Aunque bello y bueno sean lo mismo en el sujeto, porque tanto la claridad como la consonancia están contenidos en la razón de bueno, sin embargo difieren en su razón”. Por lo tanto, igual que bueno y bello, la proporción es un concepto analógico.
Leamos a Santo Tomás: “Hay en las cosas una doble consonancia. La primera según el orden de las criaturas a Dios. Y a esta se refiere Dionisio cuando dice que Dios es causa de consonancia… en cuanto orienta todas las cosas a él mismo como a su fin…Y por esto belleza se dice en griego kallos, que se toma de “llamar”. La segunda consonancia es de las cosas según la ordenación de unas con otras” (Ibid). Proporción se dice de dos modos. Por uno, es cierta relación de una cantidad a otra, según lo que doble, triple e igual son especies de proporción.
Por otro, se llama proporción cualquier relación de una cosa con otra. Y así puede haber proporción de la criatura con Dios, en cuanto se relaciona con él como el efecto a la causa, y como la potencia al acto.
Por lo tanto la proporción, o bien se refiere al orden de las partes entre sí para la totalidad de una cosa, o bien se refiere a la relación del ente a otro. La proporción intrínseca de una cosa expresa la relación con la unidad trascendental, pero lo bello, como esencialmente consiste en la relación a otro, sólo se refiere a esta proporción intrínseca material y predicamentalmente. Y así como bello añade a bueno la ordenación del ente a la potencia cognoscitiva, del mismo modo añade a la unidad la proporción a otro. Igual que la perfección del ente es el fundamento de lo bueno y bello y raíz de la apetibilidad, así la proporción intrínseca del ente es una cosa común entre lo bello y la unidad, y es la raíz de la aprehensión de una cosa como completa.
Pero la proporción, como la perfección, es una noción relativa, y por ello dice Santo Tomás que lo bello consiste en la “debida proporción”, o sea la que es conforme al estado y al tiempo. Y no puede decirse que esta proporción de lo bello requiere necesariamente la relación actual con la potencia cognoscitiva; esto sería subjetivismo puro que se enuncia en el falso axioma “Es bello porque agrada”. En las cosas objetivamente o intrínsecamente proporcionadas está presente la capacidad de adecuarse a la delectación de la potencia cognoscitiva, porque por esta proporción la potencia cognoscitiva halla en el objeto algo semejante a ella.
c. Claridad
La tercera condición de lo bello, o sea la claridad o esplendor, es, por así decirlo la condición formalísima de la belleza; es el fin mismo de la producción artística, de modo que la perfección y la proporción, aunque tengan valor objetivo como manifestaciones de la bondad y unidad del ente, son más bien disposiciones para la claridad de la belleza. Ya vimos que muchos autores antiguos ponían la claridad como propiedad de lo bello. Según Plotino, es “esplendor de lo verdadero”; según San Agustín, “esplendor del orden”; y Santo Tomás dice “La claridad pertenece a la razón de belleza”, y que “la luz hace bello, porque sin luz todas las cosas son feas”.
La claridad, como la perfección y la proporción, se puede considerar o como propiedad objetiva del ente, u ordenada a otro. Como propiedad del ente puede referirse o a la forma sustancial o a las formas accidentales, y relativo a éstas en el orden o entitativo (color, luz, etc.) u operativo (los actos humanos hechos bellos o por la razón o por la gracia). Pero radical y esencialmente la claridad pertenece a la forma sustancial, que es el fundamento de todas las formas accidentales. Y ha de tenerse en cuenta que la claridad de la forma quiere decir primariamente la claridad e inteligibilidad ontológica, o sea, la claridad de la forma en sí; y en consecuencia no queda implicada la claridad conceptual del perficiente, porque muchas cosas, en sí mismas bellas, no son percibidas por todos.
San Agustín 

Agustín de Hipona, o San Agustín (13 de noviembre de 354 – Hippo Regius, 28 de agosto de 430), es junto con Jerónimo de Estridón, Gregorio I Magno y Ambrosio de Milán uno de los cuatro más importantes Padres de la Iglesia latina.
Siguiendo a Platón, Aristóteles, Cicerón y principalmente a Pitágoras, dice que la belleza consiste en congruencia, armonía. Unidad, integridad y orden. Escribe en De ordine: “Orden es aquello por lo que actúan todas las cosas que Dios ha establecido”. Pero la nota esencial de la belleza se expresa en De vera religione: “En todas las artes complace la conveniencia, (o sea la armonía) sólo por la que todas las cosas son seguras y bellas; la misma conveniencia apetece igualdad y unidad, o la semejanza de las partes iguales, o en la proporción de las desiguales”. De manera que podemos decir que San Agustín enuncia la belleza como esplendor del orden. Muy cerca de Santo Tomás, porque la unidad y el orden se refieren más al intelecto que a la voluntad. Esplendor del orden que se refiere no sólo a la belleza corporal, sino a la inteligible y la divina.
Los conceptos claves en la teoría agustiniana son unidad, numero, igualdad, proporción y orden; de ellos, la unidad es la noción básica, no solo en el arte, sino también en la realidad. La existencia de cosas individuales que forman unidades, y la posibilidad de compararlas con miras a la igualdad o semejanza, origina la proporción, la medida y el número. En varios lugares insiste en que el numero es fundamental, tanto para el ser como para la belleza: «Examina la belleza de la forma corporal, y encontraras que todas las cosas están en su sitio debido al número»- El numero da origen al orden, el ordenamiento de las partes iguales y desiguales en un todo integrado de acuerdo con un fin. Y del orden fluye un segundo nivel de unidad, la unidad que emerge de totalidades heterogéneas, armonizadas o dispuestas simétricamente mediante relaciones internas de semejanza entre las partes.
Una característica importante de la teoría agustiniana es que la percepción de la belleza implica un juicio normativo. Percibimos los objetos ordenados como ajusta-dos a lo que deben ser, y los objetos desordenados como no ajustados a ello; esta es la razón de que el pintor pueda rectificar sobre la marcha y de que el crítico pueda juzgar. Pero esta perfección o imperfección no puede ser meramente percibida; el espectador ha de llevar dentro un concepto del orden ideal, que le fue dado por cierta «iluminación divina». De aquí  se sigue que el juicio de belleza es objetivamente valido: no puede darse en él relatividad alguna.

LA ESTETICA



APRECIADOS JÓVENES DE GRADO 11, DESARROLLAR EL EJERCICIO DESPUÉS DE MIRAR LOS VÍDEOS







LA ESTÉTICA VIDEO SOBRE LA BELLEZA

direccion: https://www.youtube.com/watch?v=YAqowxqrh40

VÍDEO SOBRE LA ESTÉTICA

direccion: https://www.youtube.com/watch?v=3tWOsrTJipY



lunes, 7 de agosto de 2017

Taller 1 de lectura crítica para filosofía

TALLER 1 PARA FILOSOFÍA


Para empezar, iniciemos resolviendo una prueba que busca unir ambas asignaturas, una lectura de tipo filosófico.

1. Lee la siguiente lectura:


Nota introductoria (de la 1ª edición)

¿Qué es la filosofía? Muchos se dan por satisfechos con la respuesta etimológico-psicológica: es el amor al saber. Como si el amor o el deseo de saber tuviera que ser, por sí mismo, filosófico, siendo así que casi siempre el deseo de saber es de índole práctica, tecnológica o científica, y muchas veces frívola curiosidad o curiosidad infantil; y como si la filosofía no fuese también algo más que un mero amor al saber, es decir, como si la filosofía no comportase por sí misma un saber, por modesto que sea.

En cualquier caso, el saber filosófico no es un saber doxográfico, un saber del pretérito, un saber acerca de las obras de Platón, de Aristóteles, de Hegel o de Husserl. El saber filosófico es un saber acerca del presente y desde el presente. La filosofía es un saber de segundo grado, que presupone por tanto otros saberes previos, «de primer grado» (saberes técnicos, políticos, matemáticos, biológicos...). La filosofía, en su sentido estricto, no es «la madre de las ciencias», una madre que, una vez crecidas sus hijas, puede considerarse jubilada tras agradecerle los servicios prestados.

Por el contrario, la filosofía presupone un estado de las ciencias y de las técnicas suficientemente maduras para que pueda comenzar a constituirse como una disciplina definida. Por ello también las
Ideas de las que se ocupa la filosofía, ideas que brotan precisamente de la confrontación de los más diversos conceptos técnicos, políticos o científicos, a partir de un cierto nivel de desarrollo, son más abundantes a medida que se produce ese desarrollo.

En la medida en que la filosofía no es un mero amor al saber, sino un cierto saber, el filósofo ha de ser, de algún modo, un sabio, dotado de una sabiduría sui generis (aun cuando su contenido no sea, según algunos, muy distinto del de una docta ignorancia).

Desde este punto de vista podría confundirse con un majadero todo aquel que se llame a sí mismo filósofo, aunque pretenda justificar su majadería apelando a la respuestaetimológica. Porque filósofo, como sabio — es decir, no sólo profesor de filosofía—, es una denominación que sólo puede recibirse como aplicada por los demás.

La respuesta a la pregunta ¿qué es la filosofía? sólo puede llevarse a efecto impugnando otras respuestas que, junto con la propuesta, constituya un sistema de respuestas posibles; porque el saber filosófico es siempre (y en esto se parece al saber político) un saber contra alguien, un saber dibujado frente a otros pretendidos saberes.

Lo que quiere decir que prácticamente es imposible responder a la pregunta ¿qué es la filosofía? Si no es en función de otros saberes que constituyen las coordenadas de una educación del hombre y del ciudadano.

El presente opúsculo intenta responder a la pregunta ¿qué es la filosofía? tal como esta pregunta está siendo planteada, prácticamente, en los debates políticos y administrativos en la España del presente, especialmente los problemas suscitados por los diversos proyectos de reforma de los planes de estudio de la enseñanza secundaria y universitaria. De hecho, el cuerpo principal del opúsculo ha sido redactado como contribución al congreso de profesores de filosofía convocado en Granada en septiembre de 1995. En el apéndice se ofrece al lector una especie de «ajuste de cuentas» con el libro que el autor publicó, hace ya más de veinticinco años, sobre el papel que a la filosofía pudiera corresponder en el conjunto del saber.
Tomado de Gustavo Bueno, ¿Qué es la filosofía? 1995 Página 3 de 61

Taller evaluativo de la dimensión Textual evidente:

2. Con las palabras desconocidas y teniendo en cuenta el contexto de las mismas en el texto, entrelace la palabra con su definición correcta:

a. Frívolo
·         Es una rama de la literatura que comprende aquellas obras dedicadas a recoger los puntos de vista de filósofos y científicos del pasado sobre filosofía, ciencia y otras materias. ___________________________

b. Pretérito
·         Es una locución adverbial procedente del latín que significa “de su propio género o especie” ___________________________
c. Sui generis
·         Es el estudio del origen de las palabras. _______________________
d. Impugnar
·         Ligero, superficial. ____________________________
e. Doxografía
·         Significa que ya ha pasado o pertenece al pasado. ________________________
f. Etimología
·         Obra científica o literaria de poca extensión. __________________________
g. Opúsculo
·         Negar la validez o legalidad de una opinión o decisión por considerarla falsa, injusta o ilegal. _____________________________

3. Responda los siguientes interrogantes de lectura global:
            a. ¿Cuál es el tema de la lectura? _________________________________________
            b. ¿Cuál es la idea principal? _____________________________________________________
___________________________________________________________________________________

            c. ¿Cuáles son las ideas secundarias?
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            d. ¿Cuáles son los argumentos más fuertes?
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            e. ¿Qué quiere provocar el autor en el lector en esta nota introductoria de su libro?
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            f. En el texto anterior (La introducción del libro) el autor quiero explicar el por qué escribió el libro. Entonces ¿Por qué el autor escribió ese libro?
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4. Responda los interrogantes de segunda generación:

1) El título del texto: Nota introductoria (de la 1ª edición), nos hace pensar que el texto es:
A. la idea principal del libro completo o resumen de este mismo.
B. simplemente una invitación a leer el texto completo.
C. la presentación de una idea general sobre el tema de un libro.
D. un artículo de un periódico español del año 95.

2) A partir del último párrafo del texto podemos inferir que el
A. texto busca responder a unos planteamientos y discusiones suscitados en los proyectos de reforma escolar de la asignatura de filosofía.
B. autor con el presente texto, desea responder a las problemáticas que se generaron en la reforma de los planes de estudio.
C. texto solo sirve para la educación española y es inútil aplicarlo en las actuales reformas colombianas de la educación en filosofía.
D. autor le motivó escribir el libro las discusiones que se plantearon en los proyectos de reforma de los planes de estudio en España.

3) ¿Cuál sería la intención del autor con la nota introductoria que se les presenta en el texto anterior?
A. desmentir algunas concepciones de la filosofía y dar una idea sobre una posible definición.
B. motivar al lector a leer el libro como factor indispensable para la educación.
C. orientar al lector sobre la importancia de la filosofía desde una introducción del libro.
D. responder claramente qué es la filosofía, partiendo de unas concepciones predispuestas.

4) La frase “La filosofía es un saber de segundo grado” quiere decir que
A. no es importante o no es primordial.                          
B. necesita de otros saberes previos o primarios.
C. es una disciplina reciente y no tan antigua.               
D. la filosofía no es necesaria en primera instancia.

5) La frase: “El presente opúsculo intenta responder a la pregunta ¿qué es la filosofía?”, nos indica que
A. el libro es muy extenso que responde completamente la pregunta sobre la filosofía.
B. la obra que introduce el texto, es un esfuerzo por llegar a una idea sobre qué es la filosofía.
C. el autor replantea la pregunta sobre la filosofía y llega a una respuesta, en un texto corto.
D. el texto es un argumento para cambiar el pensamiento filosófico de la modernidad.


Respuestas correctas:

1. B. Pues en el texto, la lectura que se hace, se observa que es la introducción de un libro. El texto no se refiere al libro completo.

2. D. Igualmente que la primera pregunta, se está comunicando la idea de qué fue lo que lo motivó a escribir el libro y no por la intención del libro completo.

3. A. En la introducción dice lo que no es la filosofía. Además, le plantea al lector que si desea saber lo qué es la filosofía, debe leer el libro completo.

4. B. La palabra de “segundo grado”, implica que necesita de otros saberes primero.

5. C. La palabra opúsculo implica que sea un texto corto. En la referencia se enumera sólo 61 páginas. Lo que es relativamente corto para un texto filosófico.


http://preicfeslecturacritica.blogspot.com.co/2015/11/taller-1-de-lectura-critica-para.html

ESTETICA

Autora: Vikita

Tema IV: Estética de Platón y Aristóteles.

Textos de Platón sobre la estética.

La teoría del arte no figura en el campo de sus investigaciones; los problemas y postulados estéticos, no habían sido ordenados ni elaborados sistemáticamente, aunque los elementos si los encontramos en sus escritos. Las cuestiones estéticas se entrelazan en su pensamiento con las metafísicas y éticas. La teoría idealista de la existencia y la teoría apriorística del conocimiento, influyeron sobre su concepto de la belleza, mientras que la teoría espiritualista del hombre y la moralista de la vida se reflejan en su concepción sobre el arte.
La primera vez que los conceptos de la belleza y del arte quedaron incluidos en un gran sistema filosófico; fuera del sistema, los escritos de Platón contienen gran cantidad de ideas y pensamientos estéticos bajo la forma de alusiones, resúmenes, anuncios o metáforas.

El concepto de belleza

Las formas, los colores y las melodías constituían tan solo una parte de la belleza, pues abarcaban con este concepto, no solo los objetos materiales sino también elementos psíquicos y sociales, caracteres y sistemas políticos, la virtud y la verdad. Entendía la belleza ampliamente: abarcaba con ella no solo los valores que solemos llamar estéticos sino también los morales y cognoscitivos. Este concepto de lo bello difería muy poco del concepto del bien, sirviendo sobretodo para formular tesis generales, y era aplicable en la estética filosófica.
1. La verdad, el bien y lo bello
No consideraba la triada como un conjunto completo; la belleza la entendía en el sentido griego y no en el sentido estrictamente estético; esta triada fue adoptada en los siglos siguientes.
2. En contra de la interpretación hedonista y funcionalista de lo bello
Definía el concepto de lo bello de forma inductiva e intentaba aclarar las cualidades comunes para todo el concepto de belleza.
Lo bello es lo conveniente (lo útil y lo que sirve pueden ser considerados como variantes de la conveniencia) y lo bello es un placer para la vista y los oídos.
Platón tuvo en cuenta ambas definiciones, pero no las acepto. Ambas habían sido utilizadas en la filosofía pre-platónica; la belleza es lo conveniente, es definición socrática. Las objeciones que hace Platón son: lo adecuado puede ser un medio para llegar a lo bueno, pero no puede constituir lo bueno por si mismo, mientras que lo bello siempre es bueno; en segundo lugar, podemos apreciar los objetos por la utilidad o en si mismo.
La segunda definición, "lo hermoso es lo que produce placer por medio del oído y de la vista", provenía de los sofistas, y no fue aceptado por Platón: el placer no puedo ser un rasgo que defina la belleza, ya que existen placeres que no están vinculados con la belleza.
Lo bello no puede ser limitado, ya que comprende también la sabiduría, la virtud, los actos heroicos y las buenas leyes.

La interpretación objetiva de la belleza

Platón refuto la postura de los sofistas por restringida y por subjetiva. Lo bello no es una propiedad, sino una comprobación de la belleza; esta tesis era inadmisible para Platón: poseemos un sentido innato y permanente de la belleza, de la armonía y del ritmo; solo este sentido puede constituir para nosotros una prueba de ellos. Contrapuso la verdadera belleza a la ilusoria; también opuso la verdadera existencia a la aparente, el verdadero conocimiento al aparente, la verdadera existencia y la verdadera virtud a la aparente.
El hecho que Platón rompiera con la convicción antigua de que lo bello es lo que gusta, tuvo grandes consecuencias en el futuro. Platón fue el iniciador de la crítica del arte y de la especulación estética. Posteriormente nos aclara su postura ante la definición formal de belleza, apareciendo rasgos propios suyos, y rasgos pitagóricos.

La belleza como orden y medida

La concepción pitagórica de Platón, veía la esencia de la belleza en el orden, en la medida, en la proporción, en el acorde y en la armonía; concebía la belleza primero como una propiedad dependiente de la disposición(distribución, armonía) de los elementos y, como una propiedad cuantitativa, matemática que podía expresarse por numerosos(medida y proporción). Platón explica que son la medida y la proporción, quienes deciden sobre la belleza de las cosas y les proporcionan unidad.
El sentido de belleza es una particularidad del hombre, una manifestación de su divinidad.
Atribuye a la forma el papel preponderante en el arte y la belleza, más la forma como disposición de los elementos y no como apariencia de las cosas. Elogia las formas bellas, pero sin considerarlas superiores al contenido.
3. La idea de belleza
La segunda concepción de belleza que mantiene en su madurez, es la de que es producto de las opiniones filosóficas que el mismo había creado. De esto, derivan consecuencias importantes para la estética: no se puede limitar la belleza a los cuerpos; esta debió ser también propiedad de las almas y de las Ideas, la cual es por otra parte, superior a los cuerpos Esto trajo como consecuencia la espiritualización e idealización de la belleza, llevando a la estética, a un cambio de perspectiva: de la experiencia a la construcción.
La belleza espiritual es superior, pero no es la mas perfecta; es la Idea misma de la belleza, la que alcanza la perfección, poniendo a la belleza en un plano trascendente; extiende el alcance del concepto griego de la belleza haciéndole abarcar también los objetos abstractos, inaccesibles para la experiencia; introduce una nueva valoración, la de belleza real, quedando devaluado frente a la belleza ideal. Introduce también una nueva medida de belleza, el grado de la belleza de las cosas reales dependía de su mayor o menor distancia respecto de la Idea de lo bello.
El pensamiento platónico, dio a su estética un matiz idealista y moralista. Su convicción de que los mayores bienes son morales, ejerció también una influencia sobre su manera de entender la belleza.
4. La gran belleza y la belleza de la moderación, belleza absoluta y belleza relativa
Distingue entre el gran arte, y el arte de la moderación, separando la belleza austera y llena de dignidad de la más superficial y ligera. Su distinción origino la diferenciación entre lo bello y lo sublime, y fue un intento de establecer las categorías estéticas.
Distingue también entre la belleza de las cosas reales, y la belleza de las líneas rectas, los círculos y los cuerpos sólidos por el otro.
5. El concepto del arte, la poesía y el arte
Su teoría del arte no esta muy estrechamente unida con su teoría de lo bello. La mayor belleza la reconoce en el universo y no en el arte. Se sirve del concepto griego del arte, que comprendía tanto la pintura y la escultura como las artes útiles; era arte todo lo que el hombre produce con habilidad y para algún fin.
Conforme a tal entendimiento del arte, incluía en el también la técnica, pero no la poesía, ligada esta a la inspiración. La parte idealista y la moralista de Platón, comprendía la poesía como un fenómeno psicológico excepcional.

División de las artes, las artes imitativas

Platón intento varias veces hacer una división de las artes; Divide las artes en tres categorías: artes que utilizan objetos, artes que lo fabrican y artes que lo imitan. Distingue entre la ktetica (arte de aprovechar lo que se halla en la naturaleza) y la poética o arte de producir lo que no se encuentra en la naturaleza. Esta ultima la subdividió en la que sirve al hombre directamente, la que lo sirve indirectamente (produciendo instrumentos) y la que imita.
Lo más importante es la separación entre artes representativas, imitativas y miméticas. Las artes figurativas, como la pintura y la escultura, mostraban más interés por sus otras funciones, sobre el hecho de que diferían de la realidad y afectaban o engañaban de diversas maneras.
La semejanza entre una obra y la realidad era importante para los poetas de aquel entonces, pero no lo era para los teóricos del arte; hasta mediados del s.V, había poco parecido entre las obras fruto de las artes plásticas griegas y la realidad.
No había un termino fijo para denominar la representación por el arte; alguno como la mimesis no aparece, ya que para los griegos esta voz designaba la expresión del carácter y la recitación, no la imitación de la realidad. Fue Platón quien introdujo el antiguo concepto de mimesis.
La escultura se había liberado del estilo geométrico, empezando a representar personas vivientes y reales. Una transformación análoga ocurrió en la pintura, transformando el arte mismo la realidad. La mimesis también la aplico para las artes plásticas. Llamaba "primitivas" a las artes que se sirven de instrumentos específicos. Llamo "imitativa" tan solo a la poesía, hablando los protagonistas en primera persona; aplico ese término también a la poesía, donde el poeta habla a los protagonistas, y denomino como "representativo e imitativo", todo arte musical, el que sirve a las Musas.
Si arte representa la realidad, surge la pregunta de si lo hace conforme a la verdad. Empezó a comparar la obra de arte con su modelo natural, tomando en consideración la verosimilitud con la que el arte representa la realidad.
6. Las artes creadoras de imágenes
Introdujo al concepto de mimesis el elemento de imitación en el sentido de reproducir; conservo el antiguo elemento de imitar, en el sentido de presentar o representar, como se hace en el arte histriónico- El pintor o escultor, al imitar al hombre, crean su imagen; esta imagen pertenece a un orden distinto que el hombre real y, a pesar de las semejanzas, tiene otras propiedades. Alas artes que crean imágenes ilusorias, Platón contrapone aquellas que crean verdaderas cosas.
A pesar de concebir las artes como imitativas, no pone en duda su carácter creativo. No fue tanto el carácter representativo del arte como su ilusionismo lo que decidió que la opinión de Platón sobre el arte fuera tan negativa.
7. Los objetivos del arte: la utilidad y la justedad
El arte lo entendía como utilidad moral, como un medio de formar el carácter. Platón planteo el problema socialmente, manteniendo que el arte debe particular en la creación del Estado perfecto.
El arte debe atenerse a las leyes que rigen el mundo, debe penetrar en el plano divino del cosmos. La veracidad o la justedad es la segunda función fundamental del arte.
Tan solo el cálculo y medida garantizan al arte la justedad. La justedad de una obra consiste, en una disposición adecuada de sus elementos, en el orden interno, así como en su estructura, en que tenga su "principio, mitad, fin" y en que su construcción se parezca al ser vivo, al organismo.
El criterio del placer proporcionado no es muy significativo en el arte, dado que este se sirve de colores y formas más complejos. El placer puede ser, un complemento en el arte y no su objetivo o criterio de valor. Si el criterio del arte ha de ser la justedad, el arte debe ser dirigido por la razón, lo cual descarta el sentimiento, el placer y el dolor.
La verdad interna de una obra de arte como criterio de su valor, es la conformidad con lo que presenta; el artista no tiene modelo y para sus figuras recoge los rasgos de muchos para crear de este modo algo más hermoso que la realidad. El arte no debe ser autónomo, en relación a la realidad que debe representar y cuyas leyes debe observar, y en la relación al orden socio-moral al cual debe servir.
8. La condena del arte
Provocaron que el arte se separara de la filosofía del arte.
El primer argumento de Platón en contra del arte provenía de la teoría del conocimiento y de la metafísica y el segundo de la ética. Platón censura a las artes plásticas por su labor deformadora y a la poesía y a la música por su labor moralizadora.
Los argumentos de Platón se basaban en sus teorías personales; su crítica no fue una evaluación estética del arte sino, una demostración de que el arte es inútil en el aspecto moral cognoscitivo.

El conflicto entre filosofía y el arte

Este conflicto tiene su origen en que la poesía en Grecia pretendía instruir de igual manera la filosofía. Platón estaba convencido que solo la filosofía racional alcanza la verdad.

LA ESTETICA DE ARISTOTELES

Los textos de Aristóteles sobre la estética

La "poética" es el único que se ha conservado. Es el mas antiguo de los tratados estéticos; es una obra especializada que trata los problemas específicos de la fabula y del lenguaje poético, incluyendo observaciones generales sobre la estética.
Las observaciones sobre la belleza y sobre el arte, se encuentran en su "Física" y su "metafísica" y las experiencias estéticas las trata en su "ética".
Las discusiones con respecto a problemas particulares predominan sobre las que tratan teorías de carácter general. Trata la música, la belleza y la poesía, de modo genérico.

Los precursores

Gracias a su metodología, llevo la estética al seguro camino del conocimiento. Hubo afinidad entre las opiniones de Platón y Aristóteles.
La estética de Aristóteles estaba influenciada por aquel arte que siendo aun contemporáneo había obtenido una general aceptación.

El concepto del arte

El concepto fundamental que en la antig�edad delimitaba el alcance de la estética o bien el concepto de la belleza o bien el del arte.
No fue un concepto nuevo ni originalmente suyo. Asumió la concepción corriente, es decir, conservo la idea del arte de la cual los griegos se servían de modo intuitivo, y la definió convirtiéndola en un verdadero concepto.
El arte es una actividad humana, lo cual lo distingue de la naturaleza; los productos del arte, son contigentes, mientras que los de la naturaleza son de necesidad.
Hay tres tipos de actividad humana, la investigación, la actuación y la producción. El arte es una producción, y solo es arte, una producción consciente, basada en el conocimiento.
La producción basada sobre el instinto, sobre la experiencia o sobre la practica, no es arte; solamente quien conoce los medios y los fines de la producción esta en la capacidad de dominar el arte a fondo. La capacidad de producir es una habilidad.
El significado básico de la palabra techne, consistía en las habilidades del productor, en el ars medieval se refería al conocimiento en si mismo, mientras que en el concepto de arte ya se tiene el producto.
Los rasgos del concepto de arte son: dinámicos; tiene un factor intelectual en en el arte, no habiendo arte sin reglas generales; concebía el arte como un proceso psico-físico, contraponiéndolo a la naturaleza. La contraposición entre arte y naturaleza no estaba muy clara, ya que el filosofo estaba firmemente convencido de que el arte aspira siempre a un fin, del mismo modo que lo hace tb la naturaleza, siendo esta finalidad un elemento que los acerca.
Al determinar el arte en tanto que habilidad, lo asemejo a la ciencia; la ciencia atañe a la existencia y el arte a la creación. El arte como habilidad borraba la frontera entre arte y ciencia. El arte puede hoy carecer de reglas con tal de que el producto sea satisfactorio.
La relación entre el arte y la materia de que se sirve, así como entre el arte y las que son sus condiciones: el arte necesita siempre de la materia, pero se sirve de diferentes formas; el arte cambia la forma de la materia.
Las condiciones fundamentales del arte son: el conocimiento, la eficiencia, y las capacidades innatas; ha de ser un conocimiento general que incluye las reglas de comportamiento, y que se adquiere mediante una generalización de experiencias. La habilidad se obtiene con la práctica, con lo que el arte puede y debe ser aprendido.

Las artes imitativas

Artes como la poesía, la escultura o la música, no siendo artes útiles, tampoco están al servicio exclusivo del placer.
En su división de las artes, pone como punto de partida la relación entre arte y naturaleza. El arte, imita o realiza lo que la naturaleza es incapaz de hacer por si sola. La imitación fue uno de los conceptos principales de su teoría, y la base de su división artística. La imitación es para el hombre una actividad natural, basada en sus tendencias innatas y que le proporciona satisfacción.

El concepto de imitación en el arte

No lo concebía como el mero hecho de copiar; el artista al imitar la realidad, la puede presentar no solo tal y como es sino que también puede embellecer o afear.
La teoría aristotélica de la imitación se aparta también del naturalismo al exigir que el arte represente únicamente las cosas y acontecimientos que tienen un significado general y que son típicos.
Aristóteles sostiene que el arte representa sobre todo lo preciso. En una obra de arte no son importantes los objetos particulares que el artista imita sino el nuevo conjunto que con ellos crea. Dicho conjunto no se evalúa comparándolo con la realidad sino tomando en cuenta su estructura interna y su resultado.
Los pitagóricos entendían la imitación como presentación de las experiencias vividas. El filósofo hablo de la mimesis sobre todo respecto a la teoría de la tragedia y la entendía como la actividad del mimo, del actor; el actor puede valerse de la realidad y tomar ejemplo de ella.
Al hablar de los medios de imitación, A. enumera el ritmo, la armonía, y la palabra. En la teoría pitagórica, la mimesis significaba expresión de experiencias internas (o sea, del carácter, al decir de los antiguos) y su campo principal era la música. Según Democrito, significaba tomar ejemplo de las obras de la naturaleza; para P., imitación significaba imitación de las cosas externas en la poesía, en la pintura y la escultura; en la música seguía significando la expresión de experiencias y caracteres.
Para A. la imitación era un rasgo fundamental de la poesía; el arte tenia para el dos aspectos, ambos expresados con la voz mimesis (representación de la realidad y libre expresión).
La diferencia entre las artes imitativas son: en la poesía lo característico es el hecho de imitar, radicando la esencia en la expresión de sentimientos.

El arte y la poesía

Las artes imitativas eran la poesía, la música y las artes plásticas. Se había vencido el dualismo griego entre el arte y la poesía; lo bueno era lo que se hacia mediante el talento, la habilidad y el ejercicio.
La antigua posición entre la poesía y el arte se convirtió en una distinción entre dos tipos de poetas y artistas: los que se guían por su talento innato y los que escriben bajo el impulso de la inspiración.

Las diferencias entre las artes

Se distinguen por los medios que utilizan, o bien por los objetos o por la manera de imitar. Desde el punto de vista de los objetos, unas representaciones eran como son, otras mejor de cómo son y otras peor.
El arte se dividía en dos extremos: el noble y el vulgar/ la tragedia y la comedia. En el arte literario había un dualismo propio del arte épico así como del dramático, las distintas voces.
La purificación junto con la imitación, tiene un valor estético general, ya que definen el objetivo y la influencia del arte.
A través de la acción escénica, el espectador se desprende de ese exceso emotivo que le perturba y alcanza la paz interior.
La combinación de catarsis con mimesis, de purificación con imitación, provenía de los ritos religiosos y de la interpretación pitagórica del arte. Otra interpretación es la de la purificación de los sentimientos mediante la liberación que concibió como un proceso natural, psicológico y biológico.
Conforme a los conceptos órficos y pitagóricos, la catarsis se realizaba mediante la música; distingue varias tonalidades: la ética, la práctica y la entusiastita. Los efectos catárticos los observo sobre todo en la poesía, no encontrándose en Aristóteles ninguna mención de que las artes plásticas pudieran producir semejantes efectos. Aisló entre las artes imitativas el grupo de artes catárticas a las cuales pertenecían la poesía, la música y la danza.

El fin del arte

La finalidad se refiere a la intención del artista y a los efectos que produce la obra. La imitación es una tendencia natural en el hombre, es un objetivo en si mismo y no sirve para ningún otro fin. Creía que el arte no solo produce la purificación de las pasiones sino que también proporcionaba placer y diversión contribuyendo además al perfeccionamiento moral, y siendo por ultimo conmovedor.
Observo que entre el arte y la naturaleza, cada uno ellos proporciona un tipo diverso de placer. En la naturaleza son los objetos mismos los que actúan sobre nosotros, mientras que en el arte, cuando se trata de artes plásticas, son sus imágenes las que actúan.

La autonomía del arte y la verdad artística

Cuatro tipos de artes según el lugar que ocupa el arte en la vida del individuo: el placer, al ganar dinero, a la política y a la contemplación.
El arte es autónomo en dos sentidos: en relación a las leyes morales y naturales, y en relación a la virtud y la verdad.

Los criterios del arte

Tres reproches: la falta de concordancia con la razón, las leyes morales, las leyes del arte.
Dichos reparos corresponden tres criterios para valorar una obra de arte: al lógico, a la ética y al propio artístico.
Por su carácter universal, el arte puede estar sometido a reglas. Las reglas son incapaces de sustituir el juicio de un individuo experimentado.
Distinguió tres actitudes hacia al arte: la de los artesanos, los artistas y otros conocedores.
La belleza en el arte aparece en contadas ocasiones; afirma que hay dos razones preexistentes en la naturaleza humana: el imitar es connatural a los hombres desde niños y la armonía y ritmo(los estéticos modernos lo llaman belleza) son también connaturales. A. ya asociaba los dos conceptos de creación y belleza.

El concepto de belleza

Es bello lo que es valioso por si mismo y lo que a la vez nos agrada. El filosofo convirtió la imagen en concepto, substituyendo una interpretación intuitiva, por una definición.
La belleza se relaciona con el placer, ya que su valor reside en ella misma, a diferencia de lo útil, sobre cuyo valor decide el resultado.

Orden, proporción y dimensión

Aristóteles afirma que sobre la belleza deciden la dimensión y la proporción. Lo que llama orden (disposición adecuada) lo llamaría mas tarde forma. La forma era una manera conceptual, no como disposición de elementos, sino como la esencia de las cosas.
Aristóteles añadió a la doctrina pitagórica, la proporción de la conveniencia. La idea de belleza la concibe como la dimensión adecuada, como la medida apropiada para cada objeto. La belleza depende no solo de la dimensión relativa de los objetos, sino también de su dimensión absoluta.

La belleza y la perceptibilidad

En la estética Aristóteles transfiere el interés por la propiedad de los objetos percibidos, al interés por la propiedad de la percepción. Cuando una obra es fácilmente perceptible es que captamos mejor su unidad.

El alcance y el carácter de la belleza

Percibía más bien la belleza en los objetos particulares que en los conjuntos. La belleza es diversa, relativa y mudable; concebía la belleza como una propiedad objetiva de las cosas.
El goce se debe a la experiencia misma y no a lo que, se asocia con ella.


TOMADO DE http://www.filosofia.tk/soloapuntes/tercero/est/t4est.htm